Estimulante, digestivo y dueño de un aroma decididamente seductor, el café es un viejo compañero del hombre, sobre todo se trata de ser hospitalarios.
El café es originario de África y su cultivo se extendió desde Yemen, hace 3.000 años, por todo el mundo árabe.
Se dice que la primera taza de café se preparó hace aproximadamente 1.000 años en algún lugar de la Península Arábiga y desde entonces está indisolublemente ligado a la cultura y hospitalidad musulmanas.
La aceptación del café en Europa fue lenta, pues era considerado una bebida de herejes, hasta que el papa Clemente 8vo le dio su bendición y cambió para siempre la historia.
El café se cultiva en más de 50 países alrededor del mundo, todos ellos ubicados entre los trópicos de cáncer y capricornio, donde el clima es ideal para su desarrollo. Brasil es el primer productor mundial de café, seguido de Colombia, México, Guatemala, Costa Rica, Kenia, Indonesia, Yemen y Vietnam.
USO Y CONSERVACIÓN
La mayor parte del café que se consume en el mundo proviene de las variedades robusta y arábiga. La variedad robusta produce un café suave y aromático, como el colombiano, mientras que el café de la variedad arábiga resulta más amargo y con una mayor cantidad de cafeína.
La intensidad en el sabor del café se debe al grado de tostado. Entre más oscuro sea el grano, más fuerte resulta el café.
Guarde el café molido o en grano en un recipiente hermético en un lugar seco y fresco. No es necesario conservarlo en el refrigerador.
Use el café para repostería y para preparar deliciosos postres, también sirve para marinar carnes rojas: les da un sabor excepcional.