Jugosa, dulce y exquisita, la piña es una fruta que ayuda a la digestión, es diurética y tiene propiedades desinflamatorias. Además, es baja en calorías y rica en vitamina C.
La piña o ananás es una fruta originaria del norte del Paraguay y Argentina y del sur de Brasil. Los españoles la encontraron por primera vez en las islas del Caribe y fue Cristóbal Colón quien la llevó a Europa en uno de sus viajes. Sin embargo, debido al clima, su cultivo no prosperó en aquel continente. Por el contrario, la piña se adaptó perfectamente a los climas tropicales de África y Asia, adonde fue llevada por los portugueses.
Existen diversas variedades de piña que se diferencias por la intensidad del amarillo de su pulpa y por sus niveles de dulzor. Hawaii, Costa Rica, Honduras, Brasil, México, Republica Dominicana, El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Filipinas, Tailandia y China son los productores más importantes.
USO Y CONSERVACIÓN
La piña ofrece un exquisito sabor que equilibra a la perfección el dulce y el ácido, lo cual la hace ideal para preparar postres, dulces, carnes blancas, salsas picantes y chutneys.
Una piña madura es pesada y emana un aroma dulce en su extremo inferior. Una vez cosechada, la piña no madura.
La piña cortada se debe conservar en el refrigerador dentro de un recipiente cerrado con un poco de su jugo, así se mantiene más fresca.
El jugo de la piña es una excelente base para preparar marinadas, pero úselo con cuidado ya que ablanda la carne.