Las brevas son frutas sumamente atractivas, a que ofrecen una textura que combina la suavidad de su pulpa con el crocante de las semillas y lo aterciopelado de su cáscara… el sabor es pura dulzura.
Las brevas también conocidas como higos, son mencionadas con frecuencia en la Biblia y en otros textos antiguos. Se dice que se cultivaron por primera vez en Egipto, de donde pasaron a Grecia para formar parte de la dieta tradicional griega.
En Roma eran consideradas sagradas, los agricultores romanos desarrollaron alrededor de 2 variedades que se fueron expandiendo por Europa. A América fueron traídas en el siglo 16 por los españoles.
La breva es el fruto de la higuera. Se le denomina breva al fruto que se recoge en la primera cosecha del año e higo al que se recoge durante la segunda. La breva es más grande, pero menos dulce que el higo. En Colombia se conoce genéricamente como breva. Los principales productores son Turquía, Grecia, Portugal y España.
USO Y CONSERVACIÓN
Frescas o en conserva, las brevas son un ingrediente dulce que añade sabor y textura a panes, tortas, ensaladas, yogures y cereales. Combinan muy bien con quesos fuertes, patés y carnes rojas.
Las brevas frescas son muy perecederas. Si no se consumen inmediatamente, conviene guardarlas por no más de 2 días en el refrigerador.
Las brevas son muy delicadas, es necesario colocarlas sobre una bandeja o un plato y cubrirlas con una tela limpia para que no se dañen. Para que maduren, déjelas a temperatura ambiente lejos de la luz directa del sol.
El color de las brevas cambia conforme maduran: pasa de verde a rojo o amarillo y finalmente toman un color café intenso.